martes, noviembre 29

PLAN INTEGRAL DE EXHIBICIÓN, PROMOCIÓN Y LANZAMIENTO DEL CINE ARGENTINO

EXHIBICION , PROMOCION Y LANZAMIENTOPLAN INTEGRAL A CORTO MEDIANO Y LARGO PLAZO

En los ultimos años hemos visto como el cine argentino ha quedado casi por completo fuera del circuito de exhibición. Nos encontramos ante una situacion desconcertante en la que nuestras películas son dejadas de lado sin importar los premios en los festivales ni el reconocimiento internacional. Debemos vivir en la incertidumbre manteniéndonos dispuestos a cambiar la fecha de estreno y el número de copias que exhibiremos entre el lunes y el jueves de la crucial primera semana de exhibición o simplemente resignarnos a salidas “alternativas” que nos alejan cada vez más del público. Ya no negociamos semanas, sino funciones, cantidades de “vueltas” en horarios en que la gente no suele ir al cine. Contamos de a uno los espectadores para cumplir con una media de continuidad que es dificil de fiscalizar. Competimos cada vez en forma más desigual ante la tremenda desproporción de copias extranjeras, campañas de marketing, prensa y publicidad.
Todo esto nos ha llevado a que nuestros productores hablen de fracaso mucho antes de que el público elija o no ver nuestro cine.Estamos convencidos de las películas que hacemos y seguros de que sin público estas no tienen razón de ser. Todos los que hacemos cine en este país trabajamos para que nuestras películas lleguen a la gente. Por desgracia esto sucede cada vez menos dentro del “circuito comercial” que nos discrimina, nos somete a maniobras de “dumping” comercial, y nos relega a un “circuito alternativo” que lucha por sobrevivir y que en muchos casos aparece deslucido frente a las evidentes ventajas técnicas de los multicines.
Por todo esto, y aunque valoramos que se haya dispuesto recientemente el arancel a la copia extranjera que establece la resolución 2114/2011, no creemos que esto solo sea la solución a este grave problema. Recordemos que este año un solo título extranjero desembarcó en el país con 350 copias ocupando más del 40% de las pantallas, y suponemos que ningún distribuidor dispuesto a salir con más de 120 copias se va a amedrentar con el impuesto aprobado, cuando la inversión que realiza en lanzamiento y publicidad es millonaria.
Las medidas que proponemos son de extrema urgencia porque defender la existencia de la pluralidad de voces es el único modo de construir la identidad cultural de nuestro cine y nuestra cultura. Los directores de cine argentino solicitamos que se regule la cuota de pantalla de forma más justa y controlada, a la vez que la recaudación que se obtenga del arancel a las películas extranjeras se utilice para la creación directa de un fondo destinado al lanzamiento y promoción de películas nacionales, la promoción del cine argentino en ámbitos educativos y la creación de nuevas salas de cine argentino.
A pesar de los diagnósticos pesimistas de los últimos veinte años el cine no ha desaparecido y las imágenes llenan cada vez más nuestras vidas. Quizás si debamos pensar que el espectador que elige salir de su casa no tiene ganas de pagar para ver una proyección de baja calidad y con sonido defectuoso, salvo que sea un verdadero cinéfilo. Quizás no sólo debemos preguntarnos si al espectador le interesa el contenido de nuestras películas, sino revisar la manera precaria en que ellas son ofrecidas en el mercado.
MEDIDAS:
1. Cuota de Pantalla. Proponemos que el cine nacional vuelva a verse en los complejos cinematográficos o multipantallas en una proporción justa. Regulando la obligación por parte del exhibidor de estrenar 4 (cuatro) títulos argentinos por mes cada 10 (diez) pantallas del complejo con programación extranjera. En el caso de complejos de entre 5 a 10 pantallas la obligación será de 3 (tres) y de 5 a 1 pantallas de 2 (dos) títulos argentinos por mes .Para reforzar las medidas de cuota de pantalla citamos los siguientes antecedentes ya existentes en la reglamentación de la ley:
1.1- Ley 17.741 (t.o. Dto. 1248/01) Art. 9no.: “Las salas y demás lugares de exhibición del país deberán cumplir las cuotas de pantalla de películas nacionales de largometraje y cortometraje que fije el PODER EJECUTIVO NACIONAL en la reglamentación de la presente ley y las normas que para su exhibición dicte el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales”
1.2- Existencia de salas de estreno y salas de cruce: este mecanismo histórico de exhibición habilitaba dos niveles de salas de exhibición para las películas nacionales y facilitaba la permanencia de las películas.
1.3- Circuito de cine independiente de cinco salas: El decreto 1405/03 reglamentaba que “Las películas deberán permanecer, en las salas de estreno y cruce, como mínimo dos semanas, debiendo comenzar su exhibición el día jueves y continuar sucesivamente conforme las medias de continuidad que determine el Instituto Nacional de Cinematografía.” Esa medida aseguró la difusión de las películas independientes y les permitió obtener una cuota mínima de espectadores. Muchas películas consiguieron un promedio de espectadores ( entre 10,000 y 15,000 ) que no hubiesen obtenido sin ese mecanismo de protección
1.4. Permanencia en sala: Que se asegure un tiempo de exhibición de dos semanas en la sala, con todas las funciones (vueltas) completas.
1.5. Media : Que la ocupación media para permanecer en la sala luego de completadas las primeras dos semanas se calcule en base al 25% de las butacas de la sala más pequeña del complejo, aun cuando se trate de un film que estuviera proyectandose en una de las salas de mayor capacidad.

2. Programación: Que la exhibición se comprometa a programar las películas argentinas con un mes de antelación, sin posibilidad de realizar cambios de fecha sobre la marcha. A su vez proponemos la creación de un calendario exclusivo de cine nacional que sirva a los productores y distribuidores para organizar sus fechas de estreno y número de copias con las que saldrán al mercado y que sea de conocimiento y negociación con los exhibidores.

3. Difusión : Que el INCAA apoye el lanzamiento con publicidad: en la vía pública, ubicada en las cercanías de las salas de exhibición en las que se estrena cada película; pauta radial y espacio publicitario en la TV pública (canal 7), y TV satelital (Incaa tv, Encuentro, Paka Paka, etc). Especialmente en programas de alto rating como es Fútbol para Todos. El Sistema Nacional de medios Publicos (canal Encuentro , Incaa TV y Canal 7 ) debería ser un sostén para los lanzamientos nacionales. publicitando y promocionando el cine argentino, tanto en tandas publicitarias como dentro de la programación.
3.1 Cuota de pantalla en televisión abierta : Asimismo rsolicitamos se arbitren las medidas para que se cumpla con la cuota de pantalla que ha establecido la ley de medios. Hasta ahora sólo Telefé ha anunciado su participación en coproducciones de acuerdo a la exigencia de la ley de medios. Asimismo promovemos la iniciativa de que se incluya la difusión del cine argentino dentro de la pauta publicitaria de difusión de las políticas públicas que según la Resolución N° 1505/2011 los canales de televisión abierta ganadores de concursos deben ceder al estado Nacional

4 . Medidas de promocion: hay espacios que deberían ocuparse para la promoción de películas nacionales, por ejemplo, - En los principales diarios y medios graficos el INCAA podria disponer de una página para promocionar el cine argentino a través de : - contratación de pautas fijas en medios, - contratación de pautas mensuales para el Incaa en distintos espacios a tarifas preferenciales, etc. - Esta misma presencia se podria ver de articular y exigir en los canales principales de television abierta y cable. (alguna vez contemplado en la ley de cine) e internet en las propias salas- Idem Via publica radio y transporte publico.- Generar acciones de trabajo en conjunto con editores de diarios, prensa y crítica, con el objetivo de recuperar y poner en valor el trabajo de directores, productores y actores del cine argentino y apuntar a una mayor visualización y difusión de nuestras obras. Hoy prácticamente han desaparecido de los medios las entrevistas o notas a directores o actores de las películas nacionales. Todas estas medidas fortalecerían la presencia del cine nacional con mucha mayor fuerza de lo que puede tener un productor individual. Hoy día en plena vigencia de la ley de medios contamos con herramientas idoneas que entendemos pueden ponerse al servicio de la difusión del cine nacional.

5. Costo del lanzamiento Una de las mayores problemáticas de los productores a la hora de estrenar es el alto costo de lanzamiento .Es indispensable que el INCAA reconozca como parte del costo de cada película el costo de lanzamiento. Podría establecerse un costo tope al lanzamiento que no debería ser menor a los $200.000 que contenga la facturación de:-Edición de el trailer cinematográfico y televisivo del film.-Copias y trailers-Diseño y copiado de afiches, pressbooks y tarjetas-Diseño y realización de banners y material publicitario para las salas-Publicidad en vía pública, subtes y medios de locomoción.-Jefe de prensa- Multicopiado de cds y dvds con material de prensa-Diseño de website de la película.-Diseño y producción de spots para radio.Es importante volver a la PREVENTA A TV que el INCAA ofrecía hasta unos años atrás donde el productor recibía la venta anticipada y contaba con el dinero mínimo para el lanzamiento comercial. El apoyo actual es poco efectivo. El actual pegado de afiches en vía pública es insuficiente, el dinero para la permanencia en cartel llega muy tarde y habría que rediseñar el lanzamiento de cada una de las películas con un criterio acorde a cada caso específico.Como el tema de la pre-venta está anclado a los canales, públicos, y esto puede ser motivo de trabas o complicaciones una opción podría ser que el dinero de lanzamiento (unos $ 200.000) lo cediera el INCAA al productor antes del estreno como un ADELANTO DEL SUBSIDIO DE RECUPERACIÓN INDUSTRIAL cifra que proviene del cálculo de una película que obtiene interés especial con un costo por entrada de $20-, equivalente a $10.000 espectadores.

6. Exhibicion en el interior: el circuito de exhibición y estreno en el interior ha desaparecido en los últimos años . Antes era un circuito posible para las películas nacionales donde se computaban espectadores y que estaba presente en la estrategia de cualquier estreno ( aún en las películas más independientes con un lanzamiento de cinco copias). Además, ese circuito de estrenos era acompañado por el INCAA con pasajes, presentaciones, prensa, etc, lo que redundaba en difusión para las películas. Hoy eso no sucede. ¿ No hay salas? ¿ no hay para las películas nacionales? ¿ es necesario abrir salas nuevas? ¿por qué el interior no existe más para nuestras películas? Es necesario que el estreno en el interior sea simultaneo con el lanzamiento en Capital para que que la inversión en el lanzamiento pueda ser aprovechada. Podria plantearse en conjunto con Acción Federal un lanzamiento en el interior generando un evento alrededor de la películas con presencia de actores , funcionarios, directores y acciones de marketing ( dado que ello redunda en la asistencia de espectadores a la sala)

7. Valor de la entrada : Que el valor de la entrada de las películas nacionales este subsidiado, a través del fondo que resulte del impuesto a las películas extranjeras. Creemos conveniente que alcance el 50% del valor de la boletería de la sala. Así también sugerimos que la entrada de películas nacionales a jubilados, docentes y estudiantes, este subsidiada a un precio especial no solo en los espacios INCAA sino en todas las salas del país para las películas nacionales (parte del éxito del cine Gaumont es el valor popular de la entrada). Una de las posibles iniciativas sería promover el DIA DEL CINE con cierta periodicidad, en el cual puedan verse varias películas con un precio promocional: eso cumpliría dos funciones, sumar espectadores y generar una “movida publicitaria” alrededor de las películas.

8. Fiscalización : Que la fiscalización sea transparente con inspecciones realizadas en forma mensual. Que ante el incumplimiento de la cuota de pantalla o la media de exhibición se proceda a clausurar la sala por un período igual al que cometió la infracción. Que de cada inspección se emita un certificado habilitante a la sala para su funcionamiento. Que exista un mecanismo para denuncias directas y respuesta rápida y efectiva.Proponemos construir un mecanismo de fiscalización conjunto entre el Incaa y las Entidades para fiscalizar la promoción de las películas tanto dentro de las salas ( en la exhibición de los materiales de propaganda, gacetillas de difusión, etc) como en la emisión de tickets. Los responsables de las películas- productores y directores- queremos formar parte del control de la fiscalización de la exhibición ya que somos una de las partes más afectadas ante su incumplimiento

9. Creación de un Programa de Difusión y Debate del cine nacional en las instituciones educativas primarias y secundarias serio y sostenido en el tiempo. En donde el INCAA lleve a las escuelas públicas, primarias, secundarias y universitarias como así también a jubilados, y otras entidades que dependan del gobierno nacional y regional a ver cine argentino a las salas de cine. Que se efectivize de haberlo los convenios existentes y articule la realización de nuevos convenios con los distintos organismos Proponemos la creación de un cronograma rotativo de distintos organismos que asistan a estrenos nacionales en su primera semana de exhibición a distintas salas comerciales y que este actúe en forma de subsidio para la producción y también para el exhibidor que programa cine nacional mediante la compra de funciones por parte del INCAA. Creemos que esto, además de ser un incentivo tanto para exhibidor como para el productor, puede contribuir a la formación del tan preciado “boca a boca” ya casi inexistente por la fugaz permanencia de nuestras películas en las salas.

10. Rol de Accion Federal : Proponemos que se trabaje un acuerdo entre INCAA-SECRETARIA DE CULTURA y EDUCACION monitoreado por la Gerencia de Acción Federal para fomentar en todo el territorio nacional el estudio del Lenguaje Audiovisual como materia dentro de la curricula educativa. Este trabajo conjunto permitiría trabajar tres áreas: difusión de nuestras películas, educación / formación de espectadores, y exhibición regional.

11. Apertura de nuevas salas destinadas al cine nacional A través de la creación de nuevos Espacios INCAA con criterio federal, pero también incentivando la apertura y habilitación de salas privadas con una línea de subsidios y estímulos. Creemos que hace falta crear y recuperar nuevas salas para el cine argentino que constituyan espacios cómodos , accesibles, modernos y , sobretodo, con calidad de proyección de imagen y sonido óptimos. En las circunstancias actuales y pensando en perspectiva hacia el futuro, la exhibición del cine en salas se podrá sostener si genera en el espectador un deseo de participar de un espectáculo que no puede reproducir en casa. Por eso, más allá de que hay que festejar e incentivar la existencia de salas pequeñas , se hace necesaria también la existencia de salas medianas y bien equipadas para el cine argentino. Asimismo, reclamamos la evaluación de resultados entre costo y asistencia de los espacios INCAA existentes, con miras a repetir el éxito similar con el que hoy cuenta el Espacio INCAA Km. 0.

12 . Defensa de la sala ATLAS SANTA FE y ATLAS RECOLETA: Proponemos como medida emblemática la recuperación de la sala Atlas Santa Fe para el cine argentino, Por su ubicación, historia, capacidad de espectadores, arquitectura y valor patrimonial no deberíamos permitir que ese espacio tan preciado para nuestra cultura desaparezca. Lo mismo con el Atlas Recoleta
9.1 Sala Gaumont: en el mismo sentido, destacamos que ya que se paga un alquiler por la sala Gaumont, el mismo sistema debería implementarse en otras salas para exhibir nuestro cine.
10. Digitalizacion de salas: Manifestamos nuestra preocupación con respecto a la digitalización de las salas, ya que la digitalización sin un estudio técnico de los formatos puede afectar la conservación de nuestras películas y por ende la memoria audiovisual . Las tecnologías digitales quedan obsoletas con rapidez y los formatos digitales no garantizan su conservación y reproducción en el tiempo, con lo cual los masters de las películas podrían quedar inutilizados si sólo se archivan en formatos digitales. Asimismo promovemos la iniciativa que cuando se digitalizen las salas con ayudas estatales se las obligue también a proyectar cine argentino y que una de las condiciones para las entregas de estos beneficios sea la exhibición de, al menos, 50% de cine argentino
11. Un programa de apoyo especial y protección para aquellas películas nacionales que hayan participado en festivales internacionales, en la competencia internacional del Festival de Mar del Plata y la competencia internacional del BAFICI.Sabemos que esta división puede parecer arbitraria, pero no encontramos otra más imparcial y consideramos injusto que las pocas películas nacionales que, con tanto esfuerzo, dialogan y nos representan en el mundo encuentren apoyo al momento de viajar pero se encuentren totalmente desprotegidos al momento de exhibirse, privando a los espectadores locales de ver el cine que nos representa en el mundo. Es que apelamos a los criterios establecidos en el "Anexo I de la Resolución Nº 1798/07", para solicitar la ayuda al lanzamiento de dichas películas, de acuerdo a las categorías de festivales 1, 2 y 3 y de acuerdo a las secciones competitiva oficial, competitiva no oficial y no competitiva que allí se establecen. Asimismo pedimos que se incluya al Bafici y al Festival de Mar del Plata en la primera categoría para sus secciones competitivas internacionales y en categoría 3 para la competencias argentinas.Para las que hayan participado de la competencia oficial en un festival de categoria 1:Garantizar una salida de hasta 10 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional: Abasto, Palermo, Caballito, Belgrano, Recoleta, Centro, Córdoba, Rosario, Mendoza y La Plata. Asegurando la simultaneidad en el interior del país para hacer efectiva la prensa y publicidad realizada. Para las que hayan participado de una competencia no oficial en un festival de categoria 1:Garantizar una salida de hasta 8 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados) Asegurando la simultaneidad en el interior del país para hacer efectiva la prensa y publicidad realizada. Para las que hayan participado de una sección no competitiva en un festival de categoria 1:Garantizar una salida de hasta 5 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados).Para las que hayan participado de una competencia oficial en un festival de categoria 2:Garantizar una salida de hasta 8 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados). Asegurando la simultaneidad en el interior del país para hacer efectiva la prensa y publicidad realizada.Para las que hayan participado de una competencia no oficial en un festival de categoria 2:Garantizar una salida de hasta 5 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados).Para las que hayan participado de una sección no competitiva en un festival de categoria 2:Garantizar una salida de hasta 3 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados).Para las que hayan participado de una competencia oficial en un festival de categoria 3:Garantizar una salida de hasta 5 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados).Para las que hayan participado de una competencia no oficial en un festival de categoria 3:Garantizar una salida de hasta 3 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados)Para las que hayan participado de una sección no competitiva en un festival de categoria 3:Garantizar una salida de hasta 1 copias (a decisión del productor) en los circuitos que poseen mayor cantidad de espectadores para el cine nacional (ya mencionados)

EL PRESENTE DOCUMENTO ES UNA PROPUESTA DE TRABAJO Y PROFUNDIZACION SOBRE LA PROBLEMATICA DE LA EXHIBICION A LA QUE ESPERAMOS QUE SE ADHIERAN TODOS LOS SECTORES DE NUESTRA INDUSTRIA, INCLUYENDO NATURALMENTE AL INCAA.DEFENDER LA EXHIBCION DE NUESTRO CINE ES DEFENDER LOS FONDOS PUBLICOS QUE SOSTIENEN A LA INDUSTRIA CINEMATOGRAFICA NACIONAL

CABA , 02 noviembre de 2011
FIRMADO
ASOCIACION ARGENTINA DIRECTORES CINEMATOGRAFICOS (AADC)
DIRECTORES ARGENTINOS CINEMATOGRAFICOS ( DAC)
DIRECTORES INDEPENDIENTES DE CINE (DIC)
PROYECTO CINE INDEPENDIENTE (PCI)

sábado, noviembre 19

NOTA DE PÁGINA/12 SOBRE EL CICLO DEL PCI

EL CICLO “CINE ARGENTINO AL CINE”, EN LA SALA COSMOS-UBA
La distribución y la exhibición en la mira
Por Ezequiel Boetti

Cincuenta y cuatro directores. Veintiséis largometrajes. Seis cortos. Un problema nodal. Con la idea de concientizar al público y a las autoridades sobre las dificultades con que se topan jueves tras jueves las películas nacionales para llegar al circuito comercial, la Asociación de realizadores Proyecto Cine Independiente (PCI) organiza el ciclo “Cine argentino al cine”, que se desarrolla desde ayer en la sala Cosmos-UBA (ver recuadro).
“El tema de la exhibición siempre es una urgencia para el cine argentino. Tenemos un gran apoyo del Estado para producir y nos parece que tiene que haber una intervención para que también se dé en la distribución y exhibición. Es un sistema muy antiguo que hay que modernizar”, diagnostica el actual presidente de la entidad, Pepe Salvia. El director de Cuento chino clasista y combativo y sus colegas Andrés Di Tella, Julián Giulianelli, Anahí Berneri y Tamae Garateguy analizaron ante Página/12 el actual panorama del mercado cinematográfico.
Los guarismos parciales determinan que 2011 será uno de los mejores años para las empresas exhibidoras. Según informó el sitio Cinesargentinos.com, el martes se superaron las 38 millones de entradas vendidas a lo largo de 2010, lo que marca un crecimiento interanual del once por ciento. De seguir esa tendencia, y si la recientemente estrenada Amanecer y la inminente El gato con botas logran insuflarle a la taquilla el oxígeno suficiente, es posible que el total alcance los 42,9 millones de 2004, record absoluto de la era multipantalla.
Sin embargo, el cine nacional mantiene su porción de mercado estanca, en alrededor del diez por ciento de ese total. “Hay que pensar una política cultural para proteger al cine argentino, que actualmente es una de las cinematografías más importantes y respetadas del mundo. Además son nuestras imágenes, es lo que nos representa, y eso hay que cuidarlo y defenderlo más allá de lo comercial”, afirma Garateguy. El contexto conduce al quinteto a una visión generalizada: así como el Estado invierte fuerte en producción, es necesario que haga lo mismo en exhibición y distribución.

–La búsqueda de espacios para el cine nacional es una problema que, desde la Ley de Cine de 1994 en adelante, ha estado muy presente. ¿Hoy es más urgente que antes?
Pepe Salvia: –El problema se va agravando. Es como un círculo vicioso: a medida que el cine norteamericano se afirma, el público se acostumbra a un lenguaje en particular y responde a ese marketing. Mientras tanto nosotros vamos perdiendo progresivamente público y presencia en las salas. Ellos tienen una posición hegemónica en el comercio del cine mundial, pero particularmente en la Argentina ocupan un gran espacio. También es un dumping escandaloso: Piratas del Caribe habrá ganado en este país alrededor de tres millones de dólares y su costó fue treinta veces mayor. Si esa película se hubiera hecho acá, la productora hubiera perdido casi la totalidad del costo, y sin embargo aquí la venden a costo cero. Ellos recuperan la inversión afuera y acá no tienen que cubrir ningún costo salvo el de marketing y publicidad, por lo que pueden gastar tranquilamente un millón de dólares en eso. Nosotros tenemos que competir contra eso, y si no hay una regulación del Estado es imposible que batallemos ahí. Es muy injusto pedir que con nuestras películas compitamos contra eso.

Julián Giulianelli: –Lo que pasa hoy es que el cine nacional no tiene acceso a las salas no porque haya mucha oferta, sino porque hay cuatro películas que acaparan todo. Nuestros trabajos no cuadran en ese criterio y son muy diferentes entre sí, entonces el público no tiene la posibilidad de acceder a ellas.

–Pero además de la cuestión económica, se establece una hegemonía cultural peligrosa.
P. S.: –Totalmente. No es ninguna novedad que el lenguaje estructura el pensamiento, y tener un lenguaje de otra cultura genera un pensamiento diferente al nuestro. Y aquí estamos desatendiendo eso.

Andrés Di Tella: –Sí, también a nivel interno con la cuestión de variedad. Hay un discurso que tiene a cierto tipo de cine como el único válido y que considera que el fin de las películas es el de ser vistas por la mayor cantidad de gente posible. Es muy común escuchar que se diga que “a la gente no le interesa” el cine argentino y que el Estado no debería apoyarlo. Pero es lo mismo que decir que debería financiar solamente a los programas de televisión con rating. Esas películas “no le interesan a la gente” porque directamente no se enteran de que existen y quedan invisibles. Entonces se empobrece la capacidad del cine para imaginar distintos universos. Todo es parte de la riqueza cultural y da la sensación de que por momentos se busca empequeñecer al cine argentino justo cuando alcanzó un punto de expresividad reconocido mundialmente. Aquí se revolucionó la producción en los últimos años, pero la exhibición sigue siendo un gran problema.

–¿Por qué esa “revolución” no alcanzó a la exhibición y distribución?
P. S.: –Es que la hegemonía estadounidense permite que existan leyes de protección al cine local. Para ellos, las películas nacionales son un dique de protección para que no se desarrollen otras cinematografías: en Argentina hay cine argentino y norteamericano, en Colombia están el cine colombiano y el de Hollywood, en Italia se ven películas italianas y estadounidenses. Ellos no tienen problemas con las producciones locales, siempre y cuando no salgan de las fronteras y alteren mercados externos. Pero si los países quieren modificar ese mercado, ahí sí se meten. Por ejemplo, cuando los coreanos establecieron una cuota de pantalla muy favorable para el cine local, Estados Unidos amenazó con no venderle más productos si no la modificaba.

–¿La solución, entonces, está en una intervención estatal más rígida o en la búsqueda de espacios alternativos?
P. S.: –Es una sumatoria de cosas. En ningún lugar del mundo se resolvió la problemática de la exhibición y la distribución, entonces nadie tiene una receta para hacerlo. Lo más inmediato es una cuota de pantalla, una reforma en el sistema de distribución, la consolidación de las salas alternativas, la inclusión del cine en los programas educativos de los colegios. Necesitamos cambiarle la cara al cine argentino, hablar de él como un conjunto y no salir a pelear cada uno por su lado. Todo es reversible con información y marketing. Pero para eso tiene que haber una política en conjunto de todos los actores de la cinematografía, y el único que puede aunar todos esos esfuerzos es el Estado.

A. D. T.: –Un ejemplo muy sencillo, y que me toca de cerca, es el Bafici, que generó una costumbre tal que hoy lleva al público a arrasar con las entradas para ver una determinada película. Y después cuando se estrena no va nadie porque se exhibe en malas condiciones o falla la comunicación. Sería un cambio importante si los espacios Incaa, que me parecen una iniciativa muy buena y que en algunos casos funcionan muy bien, tuvieran mayor publicidad y mejores condiciones técnicas. Eso es algo concreto que podría hacerse con un porcentaje de dinero que, en relación con lo que se gasta en producción, no es mucho.

Anahí Berneri: –En este contexto también es fundamental la educación del espectador. El otro día le contaba a mi hijo de once años que no es fácil conseguir salas para pasar nuestras películas y él me decía que es porque la gente no quiere verlas. Creo que habría que pensar de qué forma mostrar cine argentino a las nuevas generaciones. Esa es una de las batallas que hay que ganar: no sólo son los exhibidores, también hay algo cultural. Hay que cambiarle la idiosincrasia al espectador.

–Los principales espacios para la exhibición de cine independiente argentino reciben el apoyo económico del Estado (Cosmos-UBA o Espacios Incaa) o, en el caso de los privados, de los sectores más rentables del mismo emprendimiento (Malba, Proa o el Centro Cultural de la Cooperación). ¿Es viable la creación de un circuito sin esos apoyos?
P. S.: –Bueno, el cine Gaumont da ganancias. Eso es una muestra de políticas a largo plazo: al principio no funcionaba bien y ahora es el lugar de cine argentino que más espectadores alberga.

A. D. T.: –Si el Estado decide invertir en la producción cinematográfica, el segundo paso es que lo haga para que el cine llegue a la gente. En ese sentido tampoco deben exigírsele cuestiones económicas a una exhibición que tiene fines culturales y de divulgación. Es una inversión que hace el Estado para proteger un bien que tiene ver con la cabeza del pueblo. Puede o no dar ganancias, pero el rédito pasa por otro lado.

A. B.: –Un ejemplo de lo que dice Andrés podría ser el Artecinema, que hace un año lo programa el Incaa y cada día va más gente. Para mí eso sí es algo a largo plazo.

–¿El arancel a las copias de películas extranjeras beneficia al cine argentino?
P. S.: –Es una de las tantas cosas que se deberían hacer para solucionar la problemática, pero no es en sí mismo una solución. Está claro que es mejor que exista a que no, pero no alcanza. Además, a las grandes compañías no las afecta demasiado ya que estrenan sus películas a costo cero y ese impuesto es uno de sus únicos gastos.
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viernes, noviembre 18

NOTA DE LA REVISTA ADN SOBRE EL CICLO DEL PCI

Pantallas para todos
La asociación Proyecto Cine Independiente organiza un ciclo de films con debate para difundir la obra de los directores argentinos y reclamar más espacios de exhibición

http://www.lanacion.com/1424181

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Cincuenta directores argentinos, reconocidos en los festivales locales e internacionales más prestigiosos, formaron tiempo atrás la asociación Proyecto Cine Independiente (PCI) para sumar fuerzas en defensa del cine nacional. Con integrantes como Ana Katz, Lucía Puenzo, Edgardo Cozarinsky, Rodrigo Moreno y Celina Murga, el grupo reclama el cumplimiento de la ley nacional de cine que dispone, entre otras medidas, que la tercera parte de las películas estrenadas sean de producción nacional.

Para llegar al público en forma directa, con el doble objetivo de presentar los cortos y largometrajes que filmaron en los últimos dos años y difundir los graves problemas de exhibición a los que se enfrentan, organizaron una muestra en la sala Cosmos. El ciclo "Cine argentino al cine", que comenzó ayer y se extenderá hasta el 4 de diciembre, reúne veintiséis títulos, entre ellos tres estrenos: Las acacias, de Pablo Giorgelli, reciente ganadora de la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes; Pompeya, de Tamae Garateguy, mejor película argentina en el Festival Internacional de Mar del Plata; y El camino del vino, de Nicolás Carreras, que este año fue seleccionada para los festivales de Berlín y San Sebastián. También se verán Los Marziano, de Ana Katz; Hachazos, de Andrés Di Tella; El último verano de la boyita, de Julia Solomonoff, y seis cortometrajes de diversos autores. Antes de cada función, el director y un invitado presentarán el film y después de la proyección habrá una charla abierta con el público.

En el encuentro, el PCI divulgará un documento preparado en conjunto con otras asociaciones de cine. Entre los puntos más importantes se destacan un plan de exhibición federal con la apertura de nuevas salas, un programa de formación para espectadores, el cumplimiento de la cuota de pantalla y medidas de promoción y marketing para informar sobre los estrenos nacionales independientes.

Reunidos por adn en el cine Cosmos, sala del circuito no comercial que estuvo por cerrar por cuestiones económicas y que fue recuperada por la Universidad de Buenos Aires, catorce miembros de la asociación dieron un panorama sobre la situación actual.

Pepe Salvia: -Tengo un cuaderno con anotaciones de nuestras primeras reuniones, donde están enumerados los problemas que teníamos a finales de los años 90, y son muy parecidos a los de ahora. Con el tiempo sumamos experiencia, pero seguimos con dificultades para acceder a las salas comerciales, en especial a las de las grandes cadenas.

Ariel Rotter: -Lo que nos unió desde el inicio es que pertenecemos a una generación que formó parte de un cambio en el modo de producir. Antes, el cine tenía una estructura enorme. Era inconcebible hacer una película entre dos o tres personas. Nosotros, formados la mayoría en escuelas de cine, tuvimos esa posibilidad y demostramos que es factible. Aquellos encuentros iniciales tenían que ver con compartir experiencias y problemas.

Primero fueron reuniones informales, luego formaron una sociedad de hecho, y en 2004 surgió el PCI como asociación formal con presidente (Salvia), vicepresidente (Gabriel Lichtmann), secretarios (Juan Villegas y Daniel Rosenfeld), tesoreros (Rosenfeld y Baltazar Tokman) y vocales (Rotter, María Victoria Menis, Celina Murga, Lucía Puenzo y Diego Lerman).

-¿El problema de la exhibición tiene que ver con el modo de producción independiente?

Salvia: -El cambio en el sistema de producción no se vio reflejado en el sistema de exhibición. Después de tantos años, desde que se promulgó la ley de cine en 1995, todavía no hemos podido lograr un sistema más justo. Hay intereses muy fuertes detrás de todo esto, se manejan millones y millones.

Andrés Di Tella: -Algunos periodistas dicen que la gente no quiere ver nuestras películas. Pero creo que el problema es que ni se entera de que existen. Estamos peleando también por los espacios de publicidad, para que nuestras películas sean visibles. Después, algunas serán más amistosas para el público, otras menos. Pero el cine es un arte y, a veces, en estas discusiones eso se olvida.

María Victoria Menis: -En el cine Gaumont, que es un Espacio Incaa, se da algo interesante: hay títulos que se exhiben durante bastante tiempo, siempre con muy buen público. Mi última película, La cámara oscura, llevó gente durante semanas y semanas. No es que falte público sino que los lugares son pocos y la promoción es escasa.

Rotter: -Hay un tema central. Aunque uno tenga ideas originales y modos especiales de promocionar, las reglas del juego no son equitativas. Estamos en una situación de absoluta desigualdad. Hoy el mercado le torció el brazo a la ley, y los dueños de las salas determinan qué pasan y descartan todo lo otro. Los exhibidores ni siquiera van a ver nuestras películas. No importa lo que haga Di Tella, Lerman o quien sea porque nunca va a llegar a competir con Batman, El Hombre Araña o Happy Feet 44. Por eso, nuestro reclamo principal es que se cumpla la ley. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, de la mano del gobierno nacional, es quien tiene que hacer que se cumpla.

Lerman: -Las grandes cadenas dicen abiertamente que su negocio es la venta de pochoclo. Entonces, no les interesa ver las películas que ellos consideran que no pueden atraer a ese tipo de público. Es grave porque se está generando una deformación cultural. Pensamos que hay que formar un espectador que entienda el cine no como mero consumo.

Rotter: -Hay intereses muy fuertes. Pero alguien se tiene que plantar para defender una industria que puja por lo suyo. El tema también se relaciona con nuestra identidad cultural: es obligación del Incaa defender la diversidad de miradas, de propuestas. De lo contrario, estamos construyendo un país que ve una imagen ajena.

Gabriel Lichtmann: -Hay que cambiar el discurso de la industria estadounidense, que dice que el cine argentino es algo menor, que no tiene la misma calidad técnica, artística, narrativa y ni siquiera el mismo atractivo para el público. Eso es una mentira. Los integrantes de la asociación tenemos distintas estéticas y muchos, si estuvieran en las mismas condiciones, podrían competir con el cine norteamericano.

Salvia: -Lo importante de este ciclo del PCI es que por primera vez en muchos años nos hemos unido con otros grupos para tratar temas en común y juntar fuerzas. El documento que presentamos en esta muestra es un trabajo en conjunto de las cuatro asociaciones de directores de cine. Queremos construir un espacio de influencia política y cultural como asociación y en conjunto con otros grupos.

-¿Cuáles son las principales propuestas?

Lerman: -Trabajamos en una suerte de decálogo que tiene distintos puntos: desde la formación de espectadores hasta proyecciones en escuelas. Además, medidas muy concretas como reducir el precio de la entrada, crear más salas. Ir contra esa única manera de ver el cine y acceder a las películas.

Salvia: -Creemos que el Estado tiene un rol fundamental. El año pasado se vendieron 34 millones de entradas de cine en el país. Es una invasión cultural importante. Muchas cabezas vieron un solo tipo de películas. La narrativa tiene su carga política.

Lucía Puenzo: -La lógica de la exhibición en el cine es mucho más caníbal que en otras artes. En la literatura, por ejemplo, pueden coexistir en una mesa de una librería un best seller con un libro de una editorial pequeña, que tiene su público. En el cine, si la ley no se cumple, hay desventaja. Es una masacre para una industria cultural importantísima. Los mismos títulos que ganan grandes premios para el cine argentino son masacrados en dos semanas porque se enfrentan con los "tanques" de Hollywood.

-¿Recibieron alguna respuesta oficial a sus reclamos?

Salvia: -Hay un contexto nacional que es bastante propicio para tomar medidas de este tipo; lo hacen en otras industrias que tienen impronta sólo económica, nosotros tenemos además impronta cultural y artística. El Incaa ha intentando tomar medidas, como fijar un arancel para los estrenos. Es el que recibe las presiones de todos lados: las nuestras y las de las grandes cadenas.

Lichtmann: -Del otro lado la respuesta siempre es: el mercado tiene su lógica, el mercado manda y los espectadores quieren ver eso. No es cierto.

Menis: -Mucha gente dice "el cine argentino está fenómeno". Sí, claro. Se ganan muchos premios afuera, desde el Oscar de Campanella hasta la reciente Cámara de Oro en Cannes. Lo que queremos es que la gente pueda ver esas películas y no que lea en los diarios sobre ellas. Hay un canal de televisión, Incaa TV, donde pasan muchos films que no han tenido casi difusión en cine. Yo me encuentro con gente que ve ese canal y no sabía que esos títulos se habían estrenado en el cine. Hay un público. Como había un público cuando se decía que el teatro desaparecía, y gracias, en parte, al teatro independiente argentino, las salas comerciales de Corrientes hoy están siempre llenas. Tenemos que llegar a ese público y para eso debe cumplirse la ley.

Salvia: -Creemos que hay que trabajar en todos los temas: el marketing, la difusión en las escuelas, comprometer a los críticos y medios de comunicación para que hablen del cine desde otro punto de vista. Crear una identidad del cine nacional para que no sean muchas películas dispersas peleando solas sino una cinematografía sólida con una gran producción y una gran diversidad, que se refleje en todas las pantallas posibles.

TRES FILMS POR DIA

El ciclo "Cine argentino al cine" ofrece tres funciones diarias de jueves a domingos, en la sala Cosmos (Av. Corrientes 2046).

La programación completa se puede consultar en la página web

http://pcicine.blogspot.com/ y en Facebook.com/pcicine.

Las entradas cuestan $ 15 y

$ 10 (estudiantes de la UBA y jubilados).

martes, noviembre 8

PAULA HERNÁNDEZ LOGRA UN EMOTIVO RELATO SENTIMENTAL EN "UN AMOR"




La cineasta Paula Hernández estrenará este jueves “Un amor”, su tercer largometraje basado en el cuento “Un amor para toda la vida”, de Sergio Bizzio, que protagonizan Diego Peretti, Elena Roger y Luis Ziembrowski, y donde logra un emotivo relato sentimental sobre el vínculo pasado y presente entre dos amigos y una mujer deslumbrante que les cambia la vida.
“La película tiene que ver con esas emociones que perduran a través del tiempo”, afirmó Hernández y agregó que en el encuentro entre los tres protagonistas “lo que se pone en juego es lo que los marcó y lo que podrían haber hecho de sus propias vidas. Claramente el tiempo es algo que atraviesa el vínculo especial que se genera entre los tres”.
El tercer filme de la realizadora de “Herencia” y “Lluvia”, que narra la forma en la que una mujer puede revolucionar las vidas y la relación fraternal entre dos amigos, comienza un verano de los años 70 en un pueblo chato de provincia, con una calle principal, un río y un balneario, que apaciguan algo más que el calor del período estival.
Lalo y Bruno son adolescentes que viven haciendo nada en medio de la nada, pero en una tarde húmeda y sin pedir permiso, llega Lisa, una chica fuera de lo común, que los deslumbra y llega a arrasar la monotonía del pueblo y revolucionar sus vidas.
Treinta años más tarde, lejos de esa inocencia engañosa, propia de la adolescencia, Lisa vuelve a irrumpir en esas dos vidas adultas, con la misma impronta que a los catorce, produciendo un temor nuevo e inmanejable, aunque teñido por la huella que el tiempo deja en cada uno de los seres vivos.
“Creo que la película tiene que ver con la amistad, pero también con el primer amor anclado en la adolescencia. Hay algo en la historia de cómo está articulado ese triángulo sentimental y como evolucionan esos vínculos a partir de ese amor”, destacó la cineasta.
Y aclaró: “Lo remito tan claramente a la adolescencia porque me parece que es un momento muy fundante en sus vidas, es un momento muy vital y visceral, pero también algo muy doloroso, porque quedan huellas que te acompañan durante toda la vida y te marcan en las decisiones que tomás”.
En relación al trabajo de adaptación del cuento de Sergio Bizzio, Hernández señaló que “hubo punto de partida y mantuve muchas cosas del cuento, salvo que narra cuatro momentos de la vida de los personajes y está contada desde el punto de vista de Bruno. Decidí hacer varios cambios estructurales y elegí quedarme únicamente con el principio y el final del cuento”.
“La historia de Bizzio fue un punto de partida, pero muchas otras cosas aparecieron en función de ideas que se alejaban un poco del cuento. Incluso en el montaje se fueron modificando varias cosas, porque quise volver a pensar cómo entraba el pasado en este presente”, explicó la directora.
Hernández recordó que “el guión era mucho más narrativo y en el momento de edición preferí quedarme con algo del pasado que fuera menos narrativo y mucho más sensorial. Quería que el pasado se percibiera como una superposición de capas, imágenes, colores y músicas. Al final, en el montaje prevaleció lo sensorial sobre lo narrativo”.
La cineasta precisó que “si bien en el cuento los personajes se quedan un poco pegados a ese primer amor, la película rescata otra cosa. Es algo que queda como interrumpido, algo trunco que se les hace muy pesado y les deja una marca indeleble a los tres, a pesar de que pudieran luego realizar sus vidas”.
“En el caso del personaje de Lisa -prosiguió la cineasta- también le quedan algunas marcas del pasado cuando es adulta. Es un personaje muy itinerante, con mucha independencia, pero al mismo tiempo tiene una dificultad muy grande para anclar y encontrar un lugar donde quedarse”.
Según Hernández, “ella es un personaje de mucha acción que llega a sacudir ciertas cuestiones en la vida de estos hombres. Es el motor que pone en funcionamiento muchas cosas, pero cuando crece ella también siente que a veces está bueno poder correrse del lugar que le tocaba como generadora y motor, y siente que es momento de quedarse a un costado de eso que parecía destinado para ella”, la describió.
“Creo que es una mujer que tiene una capacidad de independencia enorme, porque su vida tuvo que ver con eso, su profesión y la libertad ocuparon un lugar importante, pero cuando llega a la adultez hace un balance de un las decisiones que tomó en la vida y siente que para ella es muy importante encontrar un lugar donde quedarse, anclar y armar una vida nueva”, destacó.
En realidad, amplió la directora, “eso es algo necesario para los tres, porque todos ellos sienten la necesidad de pasar a revisar algo que los marcó en algún momento y que ahora necesitan entender. Por eso necesitan volver a ese lugar, porque así cierran un capítulo y hasta puede ser liberador para ellos”.
Si bien son muy distintas unas de las otras, la cineasta sostuvo que “este es un cierre temático entre mis tres películas. Hay una búsqueda que atraviesa a las tres ficciones, que tiene que ver con esto, con la necesidad de evaluar dónde estás parado y hacer un balance de la vida. Lo siento un poco como un cierre temático y narrativo”.
Por último, Hernández subrayó el trabajo de Elena Rogers en su primer papel protagónico en un largometraje, y recordó que “la había visto en `Piaf´ y me había parecido muy virtuoso su manejo de la emoción y el canto. Le di el guión y le gustó, hicimos varios casting y ensayos con cámaras antes de filmar. Me gustaba que fuera alguien que irrumpiera en el mundo del cine”.
La película cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y la Municipalidad de Colón, Entre Ríos, donde se llevó adelante gran parte del rodaje.

jueves, noviembre 3

DIÁLOGO EN TORNO AL CICLO "CINE ARGENTINO AL CINE"

El siguiente es un diálogo entre los miembros del PCI Lucía Puenzo, Tamae Garateguy, Juan Villegas, Ariel Rotter, Rodrigo Moreno y Paulo Pécora, con motivo del ciclo "Cine argentino al cine", que se llevará a cabo del 17 de noviembre al 4 de diciembre próximo en el Cine Cosmos-UBA con el objetivo de concientizar sobre las graves dificultades que tienen las películas argentinas para ser exhibidas en las salas de cine.

-Paulo Pécora: Algo interesante del PCI es que es una asociación de cineastas en continua actividad…
-Rodrigo Moreno: Creo que eso debería ser algo normal y que la gente que participa de una asociación sea gente que esté viviendo la problemática de la actividad hoy en día, sobre todo frente a la actitud de muchas asociaciones fantasmas que pululan por ahí. De los 50 miembros actuales del PCI, casi el 90 por ciento, sino el 100, somos directores en actividad.
-PP: ¿Qué sería para ustedes lo que distingue al PCI de otras asociaciones?
-Ariel Rotter: Es difícil hablar del perfil de una asociación que justamente se caracteriza por su diversidad. No tiene un planteo común estético, sino que presenta una gran diversidad de miradas. Me parece que un elemento fundamental es la búsqueda de modos alternativos de producción y la idea de seguir una forma de producir a favor del cine y no pensándolo al revés, como muchas veces sucede, pensar el cine para que sea redituable o pensar cómo hacer para que funcione un negocio.
-Tamae Garateguy: Es una asociación y un lugar donde uno siente ganas de estar y participar, primero porque son todos directores en actividad, muy interesantes y heterogéneos en sus obras y el gusto que pueden tener por las películas. Pero también llega mucho toda la movida que hizo el PCI para que haya posibilidades para las nuevas generaciones de realizadores y operaprimistas. Creo que ahora los directores nóveles tienen más acceso al Incaa, cuando antes era algo realmente inaccesible, y eso te da la pauta de que se pueden hacer cosas y se puede mejorar.
-Juan Villegas: Creo que lo que nos caracteriza tal vez no sea una estética pero sí una ética para acercarnos al cine. Esa ética tiene que ver con una preocupación por las maneras de producir nuestras películas, de conseguir la financiación.
-AR: Se trata de buscar los modos de salir a filmar sin por eso estar dispuestos a entrar en un mecanismo que te obliga a arrastrarte o a conseguir favores por influencias, por contactos o conocidos en los comités del Incaa. Cada uno de nosotros hace sus películas como puede, pero una premisa conjunta es intentar tener una industria cinematográfica más sana, con reglas más claras, con un funcionamiento más transparente, que no exista más lugar para el amiguismo.
-PP: Lo importante entonces sería no perder el eje de la cuestión, que es el cine…
-AR: A la vez, una de nuestras preocupaciones es qué cine se hace hoy, quiénes son los que eligen los proyectos que se hacen y descartan los que no se hacen. La integración y los criterios de los comités del Incaa son un punto crucial, porque allí hay un gran filtro y cuando el PCI fue invitado a formar parte de esos comités creo que lo hizo con mucha dedicación y con mucha seriedad.
-RM: Además, PCI es una entidad independiente en muchos sentidos, no solamente en el sentido de un cine independiente, que es una especie de entelequia muy difícil de precisar, pero es independiente de los poderes políticos que componen la industria del cine, e incluso es independiente de sí mismo, porque muchas veces los integrantes del PCI han votado en contra de los proyectos de otros compañeros del PCI. Tratamos de no ser corporativistas en una actividad que está completamente atravesada por el corporativismo.
-JV: A veces se nos reclama: “¿Por qué dicen que son independientes si hacen películas con apoyo del Incaa?” Y la verdad es que uno hace películas, a veces con el apoyo del Incaa y otras sin su apoyo. En el PCI hay de todo, películas hechas por fuera y por dentro del Incaa. Pero si uno hace una película por dentro del Incaa, no lo hace porque siente que le está pidiendo un favor a alguien, sino porque es un derecho adquirido por una ley y porque es justo y hay que defender la posibilidad de que el Estado subsidie la producción del cine. Si aceptamos que eso es así, es una herramienta más de producción. Por eso creo que aun así uno puede mantener la independencia.
-PP: La independencia va por otro lado, no necesariamente por una cuestión económica, sino más bien por una conducta…
-Lucía Puenzo: Justo en este ciclo se estrena “Las Acacias”, que ganó por primera vez en la historia del cine argentino la Cámara de Oro en Cannes. La película tuvo muchísima resistencia dentro del comité del Incaa, fue una pelea muy grande que se generó ahí, y creo que esto está bueno decirlo porque se cuestionaba incluso la existencia de las óperas primas y cómo confiar en un director que nunca había hecho una película. También fue el caso de “Pompeya”, a la que se cuestionaba cómo Tamae iba a poder hacer una película con semejante guión, porque no entraba en la cabeza que métodos alternativos de producción fueran solventes y generaran una buena película, y a pesar de todo se hizo y ganó Mar del Plata.
-JV: Si uno revisa la programación de los festivales clase A de este año, la cantidad de películas de directores del PCI es abrumadora en relación a las de otras asociaciones.
-RM: Creo que nuestra carta de triunfo frente a la industria es un cine de exportación y eso no se corresponde con el peso que tiene la asociación en los esquemas de toma de decisiones. Me parece que no tiene el peso que debería tener o el reconocimiento que merece, especialmente en relación a la vigencia de sus asociados y en relación al mercado que fueron abriendo sus películas en Europa y América Latina.
-AR: Lo que me resulta estimulante es que cada vez más gente se va acercando y se siente identificada en un modo de abordar las problemáticas del cine. El PCI surgió de un grupo de amigos y conocidos que nos juntábamos para tratar de entender entre todos cómo era que se podía hacer cine y para compartir nuestras experiencias, en vez de estar todos desperdigados.
-RM: Pero también porque nacimos un poco a la sombra de una ley de cine que no nos incluía en ningún aspecto. Nosotros nos fuimos ganando por derecho propio y por trabajo ese espacio. Porque en el sistema que estaba contemplado para organizar la actividad cinematográfica no había ni siquiera un concurso de óperas primas. Esa fue un poco la génesis de nuestra asociación.
-LP: Lo que está bueno del ciclo es que es un pequeño oasis para que la gente pueda ver las películas que no pudo ver antes, ya que claramente hoy en día el eslabón más frágil del cine nacional es la distribución y la exhibición, y muchas de estas películas pelean con reglas muy caníbales.
-JV: Esto pasa con películas muy chicas y también con películas industriales.
-LP: Los circuitos alternativos son muy pocos y contados con los dedos de una mano, por lo cual hay un montón de películas que están a la cola y no encuentran salas. La pelea que hay que dar hoy en día es esa, para saber qué va a pasar en los próximos años con la falta de los circuitos alternativos y la necesidad de salir a inventarlos.
-JV: Se están consensuando con otras entidades una serie de propuestas para elevar al Incaa y para quien quiera escuchar sobre posibles soluciones del tema de la exhibición. Yo creo que la solución no puede ser algo aislado, como exigir que los cines pasen cine argentino, si eso no va acompañado de una serie de medidas y de un plan a largo plazo. Creemos que cualquier medida debe estar acompañada de una mayor y mejor difusión del cine argentino, de un proyecto de formación de espectadores en las escuelas, una mayor posibilidad de que las películas circulen en el interior y la creación de un circuito alternativo afín a cierto tipo de películas.
PP: En relación a esto, ¿cómo toman ustedes el tema del arancelamiento de las películas extranjeras?
AR: Me parece que está bueno porque demuestra una reacción frente al problema, es una muestra de que hay conciencia del asunto y voluntad de solucionarlo. Quizás sea la medida menos influyente de todas las que habría que tomar, pero por lo menos es la primera. Sin embargo, en términos prácticos es como hacerle cosquillas a un gigante. No afecta ni va a cambiar mucho las cosas. De todos modos creo que la manera de garantizar la diversidad es poniendo una traba y reglamentando la libre disponibilidad de las pantallas. Ese es el mejor modo de que haya una pluralidad de voces y de imágenes, porque de eso depende la identidad cultural de un país.